La consolidación de la pandemia en el escenario doméstico trajo como resultado la pérdida del ritual del café fuera del hogar.
A la inversa, aceleró la compra hogareña de máquinas y otras alternativas para la preparación de la bebida al margen de los bares y como forma de mantener el consumo tradicional. Pero esta tendencia comenzó a experimentar complicaciones que vienen intensificándose en estas últimas semanas.
En concreto: las máquinas marca Nespresso y las cápsulas que produce la compañía comenzaron a escasear. El faltante, aclaran fuentes del sector, no es total. Pero sí hay preocupación porque ya hay muchas variedades de café que directamente no se consiguen, así como tampoco determinados modelos de la popular máquina. Y el consenso es que este escenario se está profundizando día tras día.
En pocas palabras: el stock se achica día a día y no hay certeza de que la situación vaya a cambiar en el corto plazo.
¿Qué sucede? Así como las automotrices están teniendo dificultades para importar, Nespresso también sufre problemas ligados con la política de importaciones que impuso el Gobierno, ante la falta de dólares.
Cabe recordar que hace un par de meses el Banco Central (BCRA) había establecido restricciones a las importaciones de una serie de productos, con una extensión de hasta 180 días para que las empresas pudieran hacerse de las divisas necesarias para cubrir la operatoria. La medida tuvo como objetivo principal el cuidado de las reservas.
"Las importaciones están cerradas", dijeron a iProfesional agentes de venta de la marca. "Las cápsulas están trabadas y no se permite el ingreso porque no están catalogadas como productos esenciales", añadieron.
En el sitio Web de Nespresso, por ejemplo, se exponen como "temporalmente sin stock" un número cada vez mayor de variedades: Indonesia, Cocoa Truffle, Ispirazione Roma, Vanilla Eclair, India, Nicaragua y Colombia.
"Trabajamos con el stock que tenemos desde hace unos meses. No sabemos cuándo se van a reponer las variedades y de las que aparecen disponibles en la web, hay productos pero para pocas semanas", se indicó.
La producción de cápsulas no escapó al cambio de pautas laborales que viene generando la pandemiaEn la consulta también se informó que, a excepción de la alternativa Envivo, ya no hay disponibilidad de cafés lungo. Hoy por hoy, tampoco se ofrece el Capriccio en la línea Espresso y la variedad Ristretto tiene los días contados.
"Las variedades por país son las que tienen un faltante concreto. Pero de las opciones que sí se ofrecen el stock es muy chico. Dependemos del día a día. No hay ningún indicio de que se vaya a abrir la importación, por lo que a nuestros clientes recomendamos hacer los pedidos en cuanto puedan", comentaron los consultados.
Otro agente de ventas consultado se refirió a la disponibilidad de las máquinas cafeteras. Sostuvo que Nespresso mantiene a la venta las Lattissima, cuyas dos versiones oscilan entre los 36.990 y los 53.990 pesos, y la opción Creatista Plus, a $55.990.
"Sólo hay dos líneas porque nos quedamos sin stock. Las que ingresaron al país quedaron retenidas en la aduana. No tenemos idea cuándo esas máquinas estarán disponibles para la venta", afirmó la voz interpelada.
La decisión de la aduana de limitar el ingreso de productos no esenciales traba a máquinas y cápsulas."Usualmente tenemos una propuesta de por lo menos 7 modelos. Ahora eso se achicó a las que se pueden ver en la web. Como en el caso de las cápsulas, trabajaremos hasta agotar stock. Esperamos la situación cambie en el corto plazo, pero por ahora todo es incierto", concluyó.
Desde abril del año pasado a esta parte, las importaciones comprenden sólo aquellos elementos que la aduana considera esenciales en el marco de la emergencia sanitaria. La instrucción 2/20 establecida al inicio de la pandemia fijó una serie de rubros habilitados, además de argumentar que el movimiento restringido de mercaderías apunta a resguardar la salud del personal de control.
Muy cerca de la compañía, y ante la consulta de iProfesional, indicaron que otro problema que viene tallando en la "desaparición" de las cápsulas tiene que ver con lo que ocurre en Suiza, territorio donde funcionan las fábricas que Nestlé destina para la elaboración del producto.
A mediados del año pasado, Nestlé redujo la labor en sus plantas en Avenches, Orbe y Romont, para adaptarse a los requerimientos suizos en términos de cuidados sanitarios. El país europeo, a tono con los criterios predominantes en todo ese continente, modificó sus esquemas laborales como recurso para combatir los contagios.
La primera consecuencia del achique en el funcionamiento de las instalaciones suizas fue una menor producción de cápsulas que rápidamente se hizo visible en países como España.
La pandemia también trajo aparejadas complicaciones para el abastecimiento de café desde sitios productores como Colombia, Brasil y Nicaragua, por mencionar algunos casos. Justamente los dos primeros mostraron vaivenes en los números de producción a partir de la expansión del coronavirus.
En el caso de Colombia, el país cerró 2020 con una caída en la cosecha y procesamiento de granos del orden del 6 por ciento. Brasil mostró subas y bajas a lo largo de todo el año pasado. A nivel global también se complicó la producción en Vietnam, Perú, Honduras y Costa Rica.
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