Uno de los mejores momentos del día para muchas personas llega cuando se esconde el sol y podemos poner fin al día. Tras el agotamiento acumulado a lo largo de la jornada, abrir la cama e introducirse en ella es uno de los placeres impagables de la vida. Posar suavemente nuestro cuerpo sobre la blanda cama y sentir cómo las sábanas nos rozan es una sensación de lo más agradable. Pero, para conseguir el mejor descanso posible y poder disfrutar durante mucho tiempo de este pequeño placer es importante molestarnos durante el día en hacer la cama y cuidar el lavado de las sábanas y mantas.
Y es que, el tacto suave, el sutil aroma y la ausencia de arrugas son elementos importantes para conseguir la mejor sensación y descansar de la mejor forma posible. Lo ideal para que las sábanas queden suaves y libres de ácaros, diversas fibras o cabellos es aconsejable cambiarlas al menos una vez cada quince días. Aunque tampoco está de más lavarlas una vez por semana.
En ocasiones, cuando las sábanas son nuevas, podemos encontrar que se sienten más rígidas de lo normal. Esto ocurre a consecuencia de los residuos de los químicos que quedan del proceso de la fabricación. Pero, con algunos sencillos trucos podemos acelerar el proceso para suavizar las sábanas.
Este programa resulta indicado para conseguir que las sábanas salgan más suaves de la lavadora. El ciclo regular con agua tibia ayudará a acabar con esa incómoda rigidez.
Cuando terminemos de lavar las sábanas podemos colgarlas en un tendedero para que se sequen bajo el sol, que contribuirá a suavizarlas. Como alternativa, también podemos introducirlas en la secadora con un programa de temperatura baja, para evitar que se encojan.
Una taza de bicarbonato de sodio que sustituya al detergente que utilizas habitualmente puede hacer que tus sábanas salgan más suaves de la lavadora. Pero, es importante que evites emplear detergente para que sus químicos aumenten la rigidez.
Cuando vaya a comenzar el ciclo de enjuague podemos verter una taza de vinagre blanco para que contribuya a suavizar nuestras sábanas.
Si los dos últimos trucos ayudan a acabar con la rigidez de las sábanas, combinar ambos resulta todavía más efectivo. Une el poder del bicarbonato de sodio y el vinagre en la lavadora para poder dormir con unas sábanas suaves y descansar con total comodidad.
Si en los primeros usos notamos las sábanas muy rígidas tampoco hay que preocuparnos demasiado. Debemos ser conscientes de que a medida que las vayamos utilizando y lavando se irán suavizando. También podemos optar por un segundo lavado antes de su uso si queremos acelerar el proceso.
Si estás pensando en cambiar de sábanas y todavía no las has comprado, hay que recordar que las de mayor calidad también serán más cómodas y suaves. Cuanto mayor sea la densidad de hilos que compongan la sábana, mejor.
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