Las esponjas se han convertido en un elemento clave a la hora de maquillarnos, por su practicidad y versatilidad. Sin embargo, no sólo esconden magia, también bacterias que podrían repercutir en tu cutis. Te decimos cómo lavar las esponjas de maquillaje para evitar daños o reacciones en la piel.
Sin duda, un must del maquillaje en los últimos años, son las esponjas: para el corrector, la base. Existen diferentes tipos, pero las que han robado nuestros corazones, son las beauty blender, esas esponjas en forma de huevito y apretables, que resultan muy funcionales.
Sin embargo, un error que podemos llegar a cometer, es no lavarlas correctamente, lo cual puede provocar problemas en tu piel. Lo mejor es que no necesitas comprar una mini lavadora o lavadero como los que se ven en Tik Tok para lograrlo.
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Existen diferentes métodos para lavar tus esponjas de maquillaje, lo más importante, es retirar toda la suciedad y dejarlas secar perfectamente antes de guardarlas, de lo contrario, podrían formarse hongos.
En cuanto a cada cuánto lavarlas, lo mejor es hacerlo mínimo cada semana, aunque lo ideal sería hacerlo diario o cada dos días, según su uso.
El jabón para bebé es una excelente opción, pues no sólo ayuda a retirar la suciedad, además es suave e hipoalergénico. Es importante cuidar no usar jabones agresivos, con alcohol u otros ingredientes que puedan dañar tu esponja e incluso causar reacciones alérgicas.
Tan solo necesitas mojar tu esponja, hacer espuma con el jabón para bebé y lavar con ella tu beauty blender. Enjuaga y repite hasta que el agua salga clara.
Esta técnica es ideal si lavas tu esponja después de usarla.
El agua micelar es un gran aliado a la hora de desmaquillarnos, pues sus micelas atraen la suciedad, maquillaje e impurezas de la piel sin ser agresiva o dejar una textura grasosa. Pero así como es efectiva para eliminar el maquillaje de tu rostro, lo es para retirarlo de tus esponjas.
Únicamente vierte en un recipiente agua micelar y empapa tu esponja con ella, apriétala para eliminar todo el maquillaje; vuelve a mojar y repite. Cuando tu esponja se vea limpia, enjuágala con agua del lavabo, retirando muy bien todo el exceso y deja secar.
Si no tienes agua micelar, no te preocupes, puedes prepararla tú misma, es fácil y rápido.
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Esta forma de lavar las beauty blender, circuló por internet, volándole la cabeza a más de uno, sin embargo, es importante tener cuidado para evitar accidentes y nunca meter la beauty blender sola, pues el material podría quemarse.
El método es muy sencillo: llena ⅔ de un recipiente apto para microondas con agua, agrega jabón líquido antibacterial (no para trastes), revuelve e introduce las esponjas. Lleva al microondas por 1 minuto, cuando estén a una temperatura tolerable, masajea las esponjas para quitar la suciedad.
Si no tienes microondas, simplemente puedes remojarlas en agua tibia con jabón. Esto ayuda a despegar la suciedad, pero si después de hacerlo no se ve limpia, quizá sea necesario lavar con un poco más de jabón. También puedes ayudarte de un tapete de silicón para limpieza de brochas, siempre con cuidado de no restregarla mucho.
Ojo, así como es muy importante dejar secar perfectamente tu esponja antes de volver a usarla, lo es no exprimirla o hacer movimientos muy bruscos, lo ideal es apretarla ligeramente para retirar la humedad y el jabón.
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Desde acumular bacterias hasta guardar hongos, son algunas de las consecuencias de no tener el cuidado suficiente con nuestras esponjas y brochas, lo cual puede derivar en acné u otros problemas de la piel.
Es innegable, no lavar nuestras brochas y esponjas de maquillaje, es un error común, tanto como usar la misma durante años hasta que se desmorona en nuestras manos, sin embargo, el maquillaje y sus herramientas, también tiene caducidad y necesita limpiarse.
Uno de los principales problemas, es la acumulación de bacterias y es que, muchas veces las guardamos en nuestra cosmetiquera o caja de maquillaje, lo cual no es un ambiente muy estéril, llenándose de polvo y otro tipo de suciedad. Además, los restos de maquillaje, la humedad y otros factores, hacen que las bacterias se empiecen a reproducir.
Esto podría dar lugar a irritaciones en la piel, granitos o infecciones. Y eso no es todo, usar brochas sucias podría acelerar el envejecimiento de tu piel y hacer aparecer signos de la edad, así lo explica una especialista.
La dermatóloga Debbie Palmer, cofundadora de Dermatology Associates de Nueva York, citada en Elle, explica que las brochas sucias pueden exponerte al estrés oxidativo de los radicales libres, provocando una degradación del colágeno y elastina, llevando al envejecimiento prematuro.
Finalmente, la recomendación es cambiar tu esponja cada 3 meses y no usarla si notas la presencia de puntos negros u otra coloración extraña, pues podrían estar formándose hongos, de ahí la importancia de nunca guardarla húmeda.
El maquillaje es una forma de resaltar nuestros rasgos e incluso exponer nuestro talento con las brochas y pinceles, sin embargo, es necesario ser responsables con su uso, pues se ha ligado a diferentes padecimientos dermatológicos.
La Fundación Mexicana de Dermatología, insiste en que debes tomar en cuenta tus necesidades, pues cada piel reacciona diferente a los cosméticos, asimismo, es importante no aplicarlo en la piel irritada o muy seca, pues sus compuestos podrían penetrar la piel y sensibilizarla.
Por otro lado, lo mejor es elegir cosméticos no comedogénicos para evitar que tape los poros y propicie la aparición de puntos negros, así como verificar que no seas alérgica a alguno de los ingredientes y siempre, siempre desmaquillarte antes de dormir.
No olvides lavar tus esponjas de maquillaje con frecuencia, si lo olvidas, puedes hacerlo antes de usarla, en especial si la mojas para aplicar tu base. Hazlo por la salud de tu piel.
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