PATRICIA PÉREZ
Detergente, suavizante... Cada vez que se pone en marcha una lavadora, ya sea en casa o en una lavandería, se contribuye en cierta medida a la polución en el medio ambiente. Pero no solo contaminan los productos que se utilizan para limpiar y procurar un buen olor a las prendas, sino que tejidos como el poliéster, el nylon y otros componentes sintéticos desprenden microfibras de plásticoque acaban el los océanos.
Para evitar que estas micropartículas acaben formando parte de la cadena trófica se pueden utilizar unas bolsas de lavado que filtra el paso de las microfibras. Además, también existe la opción de adquirir detergente y suavizante a granel, con lo que se evita la emisión al medio ambiente de los recipientes de plástico.
Sin embargo, el problema medioambiental no deriva únicamente de la contaminación por plásticos. La cantidad de agua y de electricidad utilizada para lavar las prendas también resulta determinante para conocer el impacto real que tiene para el medio ambiente hacer la colada.
Una lavadora doméstica consume alrededor de 254 kWh al año, según los datos ofrecidos por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Esta cifra representa casi el doce por ciento de la factura eléctrica de los hogares y el 8,6 por ciento del consumo total de los electrodomésticos domésticos —mismo porcentaje que las secadoras—.
Por otra parte, el consumo de las máquinas que se utilizan en las lavanderías son más eficientes y reducen hasta un veinte por ciento del agua utilizada por las domésticas, ya que suelen ser lavadoras y secadoras industriales de alta gama.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han realizado el 'Estudio de la ecoeficiencia en los sistemas de producto-servicio. Aplicación de las máquinas de lavado' en el que se analizan los factores económicos y ambientales de las lavadoras domésticas, las industriales y las comunitarias—adquiridas y utilizadas por comunidades de vecinos—.
Este análisis realizado entre los años 2000 y 2014 revela que las lavanderías autoservicio tienen un impacto casi tres veces menor que los electrodomésticos utilizados en los hogares. Esto se debe a que las máquinas suelen utilizar tecnologías más sofisticadas para ahorrar el consumo energético y el uso del agua, y el proveedor se encarga de controlar cualquier desperfecto.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, actualmente se pueden encontrar en el mercado modelos que consumen desde 42 a 62 litros de agua para una capacidad de siete kilos de ropa y entre 39 y 52 litros para una capacidad de carga de cinco kilos. El propio Ministerio sostiene que los modelos eficientes serían los que consumen un máximo de 44 litros de agua por cinco kilos de ropa y 47 litros por siete kilos.
Al mismo tiempo, la cartera de Teresa Ribera sostiene que las lavadoras de más capacidad son, en general, más eficientes. «Hay 38 modelos que consumen entre 42 y 45 litros, lo que supone menos de 6 litros y medio por kilo de ropa lavada», concluye.
Desde la franquicia de lavanderías autoservicio Fresh Laundry sostioenen que una de sus lavadoras de ocho litros de capacidad utilizan 32 litros de agua. Además, en cuanto al ahorro energético, esta misma empresa ha revelado a Consumer que las máquinas de uso doméstico consumen alrededor de 1,20 kw mientras que la industrial en torno a 0,6 kw.
Asimismo, las lavanderías de autoservicio poseen sistemas de dosificación que evitan el exceso de detergente y suavizante, lo que también contribuye a disminuir la contaminación de los océanos.
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