Las Dyson son probablemente las aspiradoras más copiadas del mundo. Lo proclama con bastante recurrencia el fundador de la marca, Sir James Dyson. La multinacional montada por este ingeniero británico se las ha visto varias veces en los tribunales con empresas que intentaban crear réplicas de sus productos más populares pero a un coste mucho menor. No sabemos a ciencia cierta si la afirmación es estrictamente verdadera pero es innegable que estos aparatos inspiran a decenas o cientos de clones 'low cost', como en su día ocurrió también con las Roomba o con las GoPro. En realidad pasa con prácticamente cualquier 'gadget' o 'electrodoméstico' de éxito. En cuanto triunfan le salen imitadores a raudales, especialmente chinos.
Este hombre reinventó tu aspirador y ahora es el más odiado por el 'lobby' de las toallitas Michael McloughlinNo vamos a entrar en los problemas de patentes o propiedad intelectual que se pueden presentar, vamos a hablar de lo que realmente importa a los consumidores. ¿Merece la pena el ahorro? Estos modelos asequibles apelan al órgano más sensible del ser humano: el bolsillo. Tientan a los compradores con una experiencia quizás menos puntera que la original, pero que cubrirá de sobra sus necesidades con una inversión más pequeña. Al principio las diferencias eran abismales, pero con el paso del tiempo la competencia también ha aprendido y ha mejorado en puntos que antes eran una auténtica debilidad. Para entenderlo hemos puesto a competir a la Dyson V11 Absolute Extra, el modelo de referencia hasta que se estrene el V15, con uno de los clones más maduros que existen: la Roborock H7.
Esta compañía china, más conocida por ser prima hermana de Xiaomi, estaba principalmente enfocado a los robots aspiradores y fregadores. Sin embargo, en 2020 puso sobre la mesa su primer aspirador de mano (el H6). Las circunstancias y una propuesta quizás poco ambiciosa en algunos puntos le impidieron hacer excesivo ruido. Algo que ha cambiado bastante con su propuesta de este año, que mejora en autonomía o potencia e incluye alguna que otra original sorpresa.
Ambos comparten un diseño similar en el sentido de que ambos son aspiradores de mano compuestos de una pieza central, en donde se coloca tanto el depósito como el agarre y el gatillo de activación, a la que se van acoplando los diferentes accesorios. En el caso de la Dyson nos encontramos un cuerpo que presenta los tradicionales colores de la marca (aunque también hay ediciones con acabados dorados) que es algo más pesado que la Roborock H7. Estamos hablando de una diferencia de más del doble: 2,97 kilos frente a los 1,46 kilos.
Esto hace que el de la marca china sea más manejable y que no canse tanto a aquellas personas que tienen poca fuerza en los brazos, como puede ser alguien de la tercera de edad. Las diferencias de peso se justifican, por ejemplo, en la mayor capacidad del depósito de residuos.En el Dyson tenemos casi una cifra de 0,76 litros. Eso me ha permitido hacer un par de limpiezas generales por una casa de unos 60 metros cuadrados y no llenarlo completamente. Si hablamos de limpiar El de Roborock es de 0,48. Esto hace que lo tengas que cambiar con más frecuencia.
Sin embargo, la marca china ha recuperado algo olvidado en este tipo de aspiradores: las bolsas intercambiables. Seguramente muchos piensen que no tiene mucho sentido ya que una de las comodidades de estos aparatos es prescindir de consumibles como estos, al contar con un depósito que se vacia fácilmente con apenas levantar una pestaña (en el caso de la Dyson es especialmente cómodo). Vaya por delante que usarlos es algo opcional. Pero puede ser interesante para los alérgicos al polvo que quieran tener una manera más sencilla para tirar los residuos a la papelera.
Ambos modelos cuentan con una pequeña pantalla en la parte de la empuñadura. La del Roborock es blanco y negro, mientras que la de la Dyson V11 cuenta con colores para representar los diferentes modos de limpieza (Eco, normal o boost). Este último modelo representa en minutos y segundos la autonomía que queda en caso y va descontando en tiempo real, algo que me parece más efectivo que el porcentaje para hacernos una idea del tiempo de servicio que tenemos disponible antes de tener que cargarla. Otra cosa que comparten el sistema para enganchar los accesorios, que en ambos casos es cosa de un segundo de nada y al alcance de cualquiera.
Pero todavía hay algunas diferencias no minúsculas. Ambas se activan mediante el gatillo, pero en el caso de la H7 disponemos de un botón de bloqueo (además del de selección de modo), que puede ser interesante para sesiones de limpieza prolongadas, como cuando tenemos que darle un repaso en profundidad al coche. En el caso de su rival no tenemos este control, sino que tenemos solo uno que nos permite básicamente seleccionar la potencia deseada.
Sin embargo, el cuerpo central de la Dyson V11 tiene algo que para muchos será un argumento a favor muy importante: la batería es intercambiable. Incluso si adquieres uno de los packs superiores te viene ya incluida una de repuesto, que puede venirte muy bien tenerla cargada y a mano para no tener que interrumpir tu limpieza si tienes una casa de varias habitaciones o plantas o estás haciendo un repaso a fondo de una terraza enorme. También hay que tener en cuenta que esta pieza es una de las que más sufre Lo cierto que hay que reconocer que Dyson, en este sentido, facilita prolongar la vida de sus aparatos (más que lógico, teniendo en cuenta la inversión que suponen) al disponer de un buen número de repuestos disponibles directamente en su página web. En ambos casos, el mantenimiento (limpieza de los componentes,...) es bastante sencillo.
Tanto Dyson como la Roborock cuentan en el paquete con una base de pared que nos permite colgar fácilmente y recargar los aspiradores. Y aquí la factoría asiática ha vuelto a hacer un ejercicio de imaginación bastante más útil o al menos con más alcance, en mi opinión, que con las bolsas. La base cuenta con una zona magnética de forma que los accesorios se quedan adheridos, facilitando tenerlos ordenados y siempre a mano. En el caso de Dyson lo que han creado, para aquellos que no quieren andar haciendo agujeros con el taladro pero no quieren tener el aspirador tirado en una esquina o en un armario, es una peana en la que colocar y cargar la V11. Además, podemos cargar al mismo tiempo la batería extra.
Es importante señalar también el número de accesorios que incluye cada uno. Dyson tiene un número total mayor, pero Roborock incluye todos cuando compras el aspirador. Así el H7 viene acompañado de un cepillo grande pensado para utilizar tanto en suelos normales como en alfombras así como de una versión reducida. A esto se suma un accesorio más corto pensado para recoger mejor el polvo y muy útil a la hora de limpiar, por ejemplo, el interior del coche. Tenemos uno estrecho que está pensado para los rincones y tenemos dos tubos, uno rígido y otro flexible. A todo esto hay que sumarle dos bolsas para el depósito, la base y el cargador. Personalmente creo que con esto se cubre todo el espectro de accesorios necesarios para afrontar prácticamente todos los escenarios de limpieza que se pueden esperar de un aspirador inalámbrico de mano.
En el caso de Dyson, en el paquete superior (extra pro) tenemos un cepillo suave con un cabezal rotatorio y varios minicepillos (uno suave y uno motorizado). Incluye el accesorio para los rincones, dos tubos extensores (uno rígido y otro flexible), un accesorio multifunción así como el cepillo torque (que adapta lalimpieza por ejemplo cuando estemos limpiando una moqueta) o uno con púas más duras, similar al del polvo, pero pensado para arrastrar o raspar suciedad más difícil, como pueden ser restos entre el sofá o suciedad algo 'pegada' al suelo.
A esto hay que sumarle el cargador, la peana, la base para la pared y dos baterías. En el paquete intermedio (extra +) perdemos la batería extra y la peana pero tenemos los ocho accesorios anteriormente mencionados. En la de entrada, solo tenemos siete accesorios y no se incluye el cepillo suave con el cabezal rotatorio. De todas maneras, conviene echar un vistazo a cada paquete ya que Dyson ofrece múltiples configuraciones y diferentes colores, cuya disponibilidad varia dependiendo muchas veces del sitio web donde lo vayas a comprar.
Ahora hablemos de lo que realmente importa de un aspirador de este tipo: el resultado de la limpieza y la autonomía que nos ofrece. En primer lugar hay que hablar de la potencia que ofrece cada aparato. En este caso, Dyson es el gran ganador. El V11 roza los 220AW de potencia de succión.
El H7 de Roborock se queda en 160AW. Esto básicamente se traduce que cuando están funcionando al máximo de revoluciones (a la hora de tener que limpiar los pelos o restos de una alfombra) el H7 necesita más pasadas que la Dyson. He de decir que por norma en el caso del Roborock he tenido que recurrir al máximo de revoluciones para hacer la limpieza semanal en más ocasiones, mientras que con el Dyson he hecho un uso mixto del máximo y del medio, sin este último el más utilizado. El modo Eco, en ambos casos, me ha servido de manera muy puntual para hacer un mantenimiento justo de la casa. A la hora de limpiar butacas o sofá, lo mejor en ambos casos, es tirar del máximo de potencia.
En resumen, las capacidades de limpieza del V11 de Dyson son mayores que las del Roborock H7, aunque todo depende de lo que vayas a hacer. Si por ejemplo quieres un aparato que te sirva como complemento al robot aspirador de turno el H7 te puede servir más que de sobra. Incluso si quieres algo asequible y no tienes una Roomba a tu servicio, te puede hacer un buen apaño, aunque es cierto que tienes más limitaciones. Sin embargo, si lo que quieres es un aparato supercapaz que te permita librarte por completo de otros (robots aspiradores, escobas o aspiradores tradicionales) quizás el Dyson V11 se ajuste más a lo que estás buscando.
La autonomía también difiere. Por ejemplo, el Roborock en modo máximo ofrece poco más de 8 minutos, en el medio 45 minutos. Si haces un uso mixto, según mis pruebas, tendrás 20 o 25 minutos para dar cuenta. Si vas a limpiar el coche o entre el sofá debes tener en cuenta estos tiempos. La carga completa se demora más de dos horas y media. Si te quedas en la recta final de la faena sin combustible, bastará con un chute de 20 minutos o media hora para tener lo suficiente. En el caso de la Dyson, su modo Boost te da hasta 15 minutos. Esto te da mucho más juego cuando tienes bastante tarea. Utilizando un perfil mixto estaríamos hablando de 45 o 50 minutos dependiendo de lo que abuses del nivel superior. La carga completa, en cambio, lleva mucho más tiempo que el de la Roborock, ya que se demora cuatro horas y media. Una de cal y una de arena.
En el precio, Roborock maneja un coste fijo de 399 euros, algo que supone una inversión importante, pero que le coloca en una interesante posición de calidad precio para aquellos que quieran un complemento a su Roomba o quienes quieran librarse de esos trastos que a veces resultan los aspiradores con cable. El Dyson V11 es el pata negra de esta marca, toda una referencia. Te da muchísima potencia, una autonomía bastante generosa y múltiples opciones de accesorios, amén de las baterías extraíbles. Pero eso se paga. Las V11, en la página oficial de la compañía, oscilan entre un precio mínimo de 539 euros (tras una importante rebaja tras la presentación de las V15, que llegarán en otoño) hasta los 679 euros. No es una inversión menor, pero hay que tener en cuenta la durabilidad y las opciones que ofrece esta marca para extender la vida útil de sus máquinas.
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