Aunque más recientemente en comparación con otros electrodomésticos, el lavavajillas se ha convertido en un aparato imprescindible en muchos hogares. Así, quienes estén pensando en poner un lavavajillas nuevo en la cocina, deben saber los tipos que hay y las diferencias entre integrable, panelable y un modelo independiente.
Concretamente, estos tres tipos de lavavajillas se dan a la hora de hacer la instalación, por lo que además de elegir el modelo más oportuno, hay que tener en cuenta también otras consideraciones, como las que explica la Organización de Consumidores y Usuarios, a la hora de elegir uno u otro.
Es el modelo más común y tradicional de lavavajillas y se caracterizan porque están pensados para ser instalados aisladamente. De este modo, están acabados en toda su parte exterior, con tapa, laterales y puerta, y puede encontrarse en color blanco, acero inoxidable o plata.
Se pueden instalar en cualquier hueco de 60 cm de anchura, o de 45 cm en el caso de los lavavajillas compactos. Este es el tipo de lavavajillas preferido si tus muebles de cocina ya están instalados, pero tienes que cambiar tu aparato. Otra ventaja es que puedes encontrar una amplia variedad de modelos, algunos muy económicos, según la OCU.
Así, quienes estén interesados en este tipo de lavavajillas pueden consultar el comparador de los mejores modelos de lavavajillas de libre instalación de la OCU.
Por otro lado, un lavavajillas integrable se fabrica con la intención de que quede oculto dentro de un mueble de la cocina. Así, una vez instalado, pasa totalmente desapercibido y se integra con el mobiliario, con los mandos situados en el canto superior de la puerta para que solo se vean al abrirlo.
Hay que tener en cuenta que, como estos lavavajillas no traen tapa ni acabados laterales ni frontales, sus dimensiones antes de instalar son algo inferiores a las de un lavavajillas de libre instalación.
Sobre la plancha frontal se adhiere una puerta similar a la de los otros muebles de la cocina, la cual ocupa más hueco que la del lavavajillas independiente cuando se abre. Sin embargo, puede tener algo más de altura interior: hay modelos de 12 a 16 cubiertos, y algo menos de 60 cm de ancho.
Los precios de este tipo van desde los 300 euros hasta los más de 2.000 euros en algunos modelos de muy alta gama. Los lavavajillas compactos, que miden algo menos de 45 cm de ancho, tienen un precio que oscila entre 280 y unos 750 euros.
Este es el comparador de lavavajillas integrables de la OCU.
Por último, está la opción de los lavavajillas panelables, que es como uno de libre instalación, pero lleva un rebaje que permite colocar un panel decorativo en la puerta a juego con el resto de la cocina, según la OCU.
Su ventaja es que combinan una buena presencia estética con la facilidad de uso de un lavavajillas convencional. El mayor inconveniente es que no hay una gran abundancia de modelos.
Los precios de los lavavajillas panelables van desde los 250 euros hasta los 1.000 euros, en los modelos más caros.
La principal diferencia de los lavavajillas paneables con los integrables es que en los lavavajillas panelables los mandos del electrodoméstico quedarán al descubierto, por lo que no se conseguirá la misma uniformidad de aspecto.
Las diferencias entre ambos tipos de lavavajillas son básicamente de tipo estético, pero debes decidir cómo lo quieres antes de que empiecen a montar tu cocina porque las dimensiones de unos y otros pueden ser ligeramente distintas.
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