Lo que te traemos hoy podrías tomarlo a primera vista por un Renault Twizy, u otro cuadriciclo similar de compañías como Honda o Toyota. Pero lo cierto es que Frikar, el vehículo que ves en las fotos, no es un coche, sino una e-bike. Y con todas las de la ley. Sí, este nuevo modelo de cabina cerrada y cuatro ruedas está homologado en Europa como una bicicleta, por lo que no necesita matrícula ni seguro, y puede circular tanto por carril-bici como por la carretera. Las primeras unidades empezarán a fabricarse esta primavera, y ya hay 3.400 pedidos.
Desarrollada por la compañía noruega Podbike, la Frikar (cuyo nombre claramente proviene de las palabras 'libertad' y 'coche', pero que en España puede encontrarse con un pequeño problema de marketing, por aquello de que suena como 'friki') hace gala de un curioso sistema de propulsión y de transmisión, que no se parece al de las e-bikes tradicionales, sino más bien al de algunos automóviles híbridos. Solo que aquí, en vez de motor de gasolina, estarían nuestras piernas.
En concreto, cuenta con tres propulsores eléctricos. Uno de ellos es un generador de 250 W para asistir al pedaleo, hasta los 25 km/h (como marca la normativa europea). Los otros dos se encuentran en las ruedas traseras, y son los que las accionan, pues no tiene una transmisión mecánica, ni por cadena ni por correa. Equipa lo que se llama 'transmisión por cable'; lo que quiere decir que estos dos motores se alimentan tanto de los vatios que movemos con los pedales como de los que le proporciona el generador.
Desde luego, esta bici puede circular a velocidades más altas de 25 km/h, pero ahí ya dependerá de nuestras fuerzas, o de que nos encontremos en un descenso. Eso sí, por encima de los 50 km/h, comenzará a frenar, para aprovechar esa energía, pues dispone de un avanzado sistema de recuperación (sí, el famoso kers de la Fórmula 1). Con todo esto, la compañía calcula que la batería que monta, de 877 Wh (es extraíble, por lo que puede recargarse directamente en el vehículo o en casa), alcanza una autonomía de entre 50 y 80 km. Y hay espacio para llevar alguna adicional, si te vas a una aventura larga.
El componente tecnológico es tal que incluso viene equipada con un modo 'Driverless' de conducción autónoma (como el famoso 'Autopilot' de Tesla). Aunque con este piloto automático solo alcanza los 6 km/h.
Sin duda, uno de los atractivos de una e-bike como esta, con cabina cerrada, es la protección contra las inclemencias meteorológicas. Y, como máquina nacida en Noruega que es, la Frikar viene muy preparada para estos desafíos. Por un lado, puede circular con hielo o nieve, mientras que, entre los extras que se pueden pedir, hallamos un limpiaparabrisas (incluso con líquido limpiador), un ventilador, calefacción y cubiertas de invierno. También se puede retirar la parte superior para dejarlo 'descapotable' en los días calurosos; una configuración a la que la empresa se refiere como 'Cabriolet'.
Dentro de la cabina, la posición del ciclista es como la que ofrece una bici reclinada, pero no contamos con manillar. En lugar de eso, este modelo se 'conduce' con dos joysticks, uno a cada lado. Estos controlan igualmente los faros delanteros, los intermitentes (sí, también hay) y, en su caso, el ventilador. Eso sí, más vale que no seas un usuario particularmente grande, pues la altura máxima que admite con la capota puesta son 2 metros.
Por cierto, los creadores advierten que este modelo está preparado solo para la carretera y el carril-bici, y no para otro tipo de terrenos... Aunque, de todas formas, esperan sacar un kit de conversión que te permita llevarla también campo a través.
En principio, la Frikar también es un vehículo unipersonal... pero, tras el asiento del ciclista existe un pequeño espacio (160 litros), que puede aprovecharse para instalar una sillita para un niño de hasta 6 años. La otra opción es dejarlo como 'maletero', en el que transportar aquellas cosas que necesites.
Puede que, después de todo esto, pienses que esta bici eléctrica tendrá precio exorbitado, más parecido al de un coche. Pero lo sorprendente es que no. Por descontado, tampoco se va a situar entre las low cost, pero el modelo de base cuesta 6.429 euros. Luego, hay una versión Plus, con tapizado interior, ventilador, un segundo espejo, iluminación interior o alarma antirrobo, entre otros extras, por apenas 650 euros más (7.080 en total). Territorio e-bike pleno.
Y, aunque nos recuerda algo al bici-coche eléctrico de Canyon que se presentó hace dos años, la diferencia es que aquí no se trata de un prototipo sin más. Empezará a fabricarse en primavera y sus primeras entregas se realizarán ya a finales de este año. Y es que la compañía captó durante la fase de desarrollo más de 3,2 millones de euros de financiación, en parte gracias a las 3.400 personas que pusieron una entrada de 300 euros para hacerse con una en cuanto salga al mercado. Un sistema muy similar al de Tesla y otras marcas de coches eléctricos.
Por cierto, si estás interesado, puedes formalizar tu pedido ahora a través de este enlace. Aunque Podbike alerta de que seguramente no la recibas hasta entrado el año 2023, pues antes tienen que llegar a esos 3.400 compradores originales.
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