Aunque la mayoría de la gente se siente tentada a meter todo a la lavadora, la realidad es que eso no es bueno para la ropa. Estar sometida a tanta agitación puede dañar o estirar las fibras delicadas de ciertos tejidos, sobre todo en el caso de las lavadoras con puerta delantera, asevera Cormier.
“Dentro de las lavadoras con puerta delantera, la ropa no deja de dar tumbos. Las lavadoras con puerta superior son un poco más cuidadosas porque solamente la mueven de lado a lado”, explica.
“Lavar a mano es la forma más segura de evitar desgarros y estropicios, sobre todo con tejidos delicados como el cachemir, la seda y el encaje”, corrobora Gwen Whiting, cofundadora de la empresa de cuidado textil The Laundress.
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