Redacción
Para mantener una cocina limpia y unos electrodomésticos brillantes, no existen técnicas milagrosas. Al igual que ocurre con todo, la esperanza de vida de los aparatos y el mobiliario dependerá de cómo los hemos cuidado en el día a día. Lo primero es limpiarlos con cierta periodicidad, pero no es lo único: hace falta saber que no todos los productos de limpieza (sean naturales o no) reaccionan igual en las distintas superficies de la cocina. Así que también es importante tener claro cómo proceder ante cada material.
Por suerte, la mayoría de las cocinas disponen de mobiliario y electrodomésticos hechos de acero inoxidable, un metal duradero y resistente que facilita en gran medida las tareas de limpieza. Además, para mantenerlo como nuevo no hace falta gastarse mucho dinero: utensilios e ingredientes ya presentes en nuestros hogares son suficientes para hacerlo.
Según los expertos, el mejor modo de mantenerlo limpio es pasarle todos los días una bayeta de microfibra con agua caliente y jabón. Para las manchas más rebeldes puedes servirte de una esponja, pero es imprescindible no usar estropajos ni lejías o limpiadores en polvo potentes. Estos podrían dañar la superficie del material.
Lee tambiénSi nuestra intención es devolverle el brillo, también existen métodos sencillos, rápidos y baratos para hacerlo. Se comercializan ceras especiales con este objetivo, pero un poco de aceite de oliva puede cumplir la misma función.
Lo único que debemos hacer es untar un poco de aceite en la bayeta y frotar bien toda la superficie de acero inoxidable. Después solo deberemos esperar 15-30 minutos hasta que el aceite hidrate bien el metal y retirarlo con otro paño húmedo o papel de cocina.
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